Primera visita de Mr. Big a nuestro país, banda compuesta por dos verdaderos Monstruos del Rock a nivel internacional: el bajista Billy Sheehan (quien tocó, entre otros, con Steve Vai) y el guitarrista Paul Gilbert (conocido por sus trabajos como solista y en Racer X)

Personalmente, he de decir que hace años estuve esperando verlos en vivo. Y creo no haber sido el único. Mucha gente esperándolos. Aunque no demasiada. El Luna Park estaba a un 70% de ocupación. Triste, si se puede llamar así, por tratarse de la primera vez de una banda en nuestro país. Pero sorprendente al mismo tiempo. El show no tuvo prensa, no hubo afiches o gigantografías como con otras bandas. Fue la gente que se enteró por el boca en boca y foros especializados. Y no fue poca. Pero sí para completar la sede en cuestión.

A las 19:30, hizo su aparición Barilari, la banda de Adrián Barilari (Rata Blanca) y gran elenco, entre los que se destacan los hermanos Julián y Pit Barrett en guitarra y bajo respectivamente. A Julián se lo conoce en el ambiente por su trabajo en Lörihen, Asspera y Tarja(Turunen, ex-Nightwish). La banda hizo de las suyas durante 40 minutos aproximadamente, recorriendo grandes momentos de la carrera solista de Don Barilari, cuya discografía se resume a tres discos de estudio (contando «Canciones Doradas», disco de covers de distintos artistas de la música en general). El sonido de la banda fue muy bueno. Raro por tratarse de un soporte local en el Luna Park, donde generalmente suelen sonar mal.

«It’s not a rumour… Mr. Big is back!»

21:00 en punto. Luces fuera. Cuatro golpes al hi-hat y, sin aviso mediante, comenzó «Daddy, Brother, Lover, Little Boy», con el clásico uso de taladros a modo de púas o picks. La formación original de Mr. Big, delante de nuestros ojos: Pat Torpey en batería, Eric Martin en voz y los previamente nombrados Billy Sheehan en bajo y Paul Gilbert en guitarra. El sueño de muchos comenzaba a cumplirse. Ver a una de las bandas más importantes (si no la más importante) del hard rock a nivel mundial. Y no solo eso, sino ver a dos eminencias en lo que a música se refiere. Por un lado, William Sheehan, que hace lo que quiere realmente con su instrumento. Y por el otro, Paul Brandon Gilbert, que es uno de los guitarristas más respetados y versátiles de la escena. Y no solo eso, sino además uno de los mejores.

Volviendo al show, siguió el siempre efectivo «Green-Tinted Sixties Mind» y, acto seguido, «Undertow», perteneciente al último trabajo discográfico de la banda, «What If.. «, editado el 21 de enero del año en curso. Del disco en cuestión, sonaron cuatro temas más, siendo cinco en total: el previamente mencionado «Undertow», «American Beauty», «Still Ain’t Enough For Me», «Once Upon A Time» y «Around The World». Al término del onceavo tema del set, Gilbert deleitó a los presentes con un magistral solo de guitarra. Se despachó con uno de esos solos que te ponen la piel de pollo. Esos solos que no querés que terminen. Super sentido. Y Billy Sheehan hizo un terrible solo al término de «As Far As I Can See». Impecable realmente. Para aquellos no familiarizados con Sheehan, se trata, sencillamente, de uno de los mejores bajistas que esta Tierra vio nacer. Y así lo demostró. Durante «Price You Gotta Pay», Eric Martin (cómo canta este muchacho!) jugó con el público presente, haciéndolo corear y gritar a más no poder, para luego cerrar el tema a todo trapo.

Ni bien finalizó el frenético «Addicted To That Rush», la banda se despidió durante unos pocos minutos para volver con los viejos y queridos bises: la efectiva balada «To Be With You» (uno de los temas que popularizó a la banda a principio de los noventa, de hecho estuvo en el primer puesto de todos los rankings en quince países), «Colorado Bulldog» y «Shy Boy», originalmente de David Lee Roth. Lo más gustoso de los bises fue la versión de «Smoke On The Water», de Deep Purple, con los músicos tocando otros instrumentos: Paul Gilbert en batería, Pat Torpey en bajo durante la primera mitad del tema y luego en voz, Billy Sheehan en voz y durante la segunda mitad del tema en guitarra, y Eric Martin en guitarra y luego en bajo. Se ve que la banda no suele hacer lo que hizo, de rotar los instrumentos, por lo que Martin pidió a los músicos volver a hacerlo en el futuro. Pero la respuesta de Sheehan fue que no, dando a entender que si bien son buenos tocando cualquier instrumento, cada uno se especializa en lo suyo, claro.

Como me dijo un fiel amigo, de esos bien locos por la música: «si sos músico y ves a Mr. Big en vivo, dedicate a otra cosa… ya no tenés más nada que hacer». Y así es. Mr. Big dio cátedra de buen hard rock y virtuosismo, todo con un ingrediente fundamental: una buena onda increíble a la hora de tocar en vivo. La reunión les sentó muy bien. Demasiado diría yo. Tocan con ganas, siempre con una sonrisa en la cara. Y con una predisposición realmente envidiable.

Mr. Big, pueden volver cuando gusten.

Galería de Fotos:

Cobertura: Kurt de So-metal-it-hurts
Fotografías: Pablo Gándara y Diego Vilar