Dream Theater – Luna Park (20-08-2012)

Luego de la apabullante actuación del día anterior los Dream Team, perdón, Dream Theater, estaban listos para hacer vibrar al público nacional con otra noche progresiva. En cuanto al día domingo no había cambios bruscos, solamente modificaciones en la lista de temas, pero el resto permanecía intacto. Tan intacto como esos cinco bestiales músicos que tocan de una manera poca veces vista, con una simpleza, naturalidad y desfachatez impensable. Un Luna Park casi colmado esperaba por otra dosis de virtuosismo y pesadez, todo ante la mirada atenta de varias cámaras que registraron todo para un futuro DVD/Blu-ray. Como un paréntesis aparte, quisiera expresar que todavía no comprendo a la gente que lleva sus camaritas y se pasa filmando gran parte del show. Sabiendo la posterioridad de la edición de un DVD oficial, y ante la presencia de tanta técnica musical junta, no me explico por qué no se dedican a contemplar el show en lugar de estar pendiente de su camarita. Muchachos, están pagando una entrada, vayan y disfruten. A fin de año van a tener un souvenir en alta definición para rememorar todas las veces que quieran el show.

En fin. 21:30 se apagaron las luces para escuchar de fondo “Dream is collapsing” a modo de introducción, mientras que los músicos subieron al escenario para comenzar con “Bridges in the sky” y abrir de esa manera a un show de dos horas y cuarenta minutos. El sonido fue bastante bueno, pero no perfecto como imaginé que iba a ser. El más perjudicado fue LaBrie ya que su voz a veces no se escuchaba y pasaba a un segundo plano debido a un sonido muy alto. Resulta contradictorio con la primera parte de esta crónica, pero una cosa no quita a la otra. Lo temas siguientes fueron “These walls” y “Build me up, break me down” de los discos Octavarium (2005) y A dramatic turns of events, último trabajo lanzado el 2011. Turno para que LaBrie salude a todo el público presente, y con las diez cámaras apuntándolo confirmó la grabación del futuro trabajo en video de la banda. Además advirtió a toda la gente que se prepare para vivir un show de más de dos horas y que, obviamente, disfruten de la música.

Este fue la primera función al que asisto sin campo, es decir que sea completamente con sillas. Yo estaba ubicado en Super Pullman, justo al centro del escenario y eso me permitió apreciar el afecto que brindó el espectador a lo largo de toda la noche. Era casi emocionante ver como se paraban todos (casi como si fuera una “ola” en un estadio de futbol) para estrellar sus palmas tratando de devolver mínimamente toda esa explosión musical que el quinteto neoyorquino estaba derrochando por el mítico estadio porteño. Y que decir lo que se produjo luego del solo de batería a cargo de Mike Mangini. Últimamente son una pieza que casi siempre están en los shows y algunas veces pasan desapercibidos, o aburren, o son simplemente para rellenar. Puedo jurar que nada de eso hubo en este caso, sin dudas fue el mejor solo que vi, lejos. No es tarea fácil reemplazar a Mike Portnoy, tanto por su destreza por su título de fundador de la banda, pero Mangini se cargó todo eso al hombro y no le pesó lo más mínimo. En cuanto al solo no voy a dar muchos detalles, esperen verlo en el DVD o si son curiosos busquen algún video casero en YouTube, pero no lo dejen pasar porque este muchacho ¡ambidiestro! la dejó chiquita, y recorrió la batería como si fuera sacada de un chocolate Jack (Kinder para los más modernos).

Otro regalo preparado fue la inclusión de cuatro músicos argentinos (tres con violín y uno con chelo) para tocar junto a la banda un mini acústico de dos temas: “Wait for sleep” y “Far for heaven”. Creo que hasta aquí no mencioné a Jordan Rudess, elemento fundamental de Dream Theater tanto en la parte escénica de la banda como en la musical. El pelado es como un gurú del teclado, tiene una habilidad impresionante y sin dudas es uno de los mejores tecladistas del mundo y uno de los músicos más completos. Se nota fielmente que se divierte arriba de un escenario y que está totalmente distendido a la hora de tocar. Usa un teclado, cambia a otro, da vueltas, toca con una mano, saluda, habla con sus compañeros, gira de nuevo, baila, canta, y encima tiene la deferencia de regalar un solo magnífico. Eran muy buenas las tomas que provenían de la cámara que estaba en una punta de sus teclados, reflejaba la solidez y rapidez que posee en sus dedos.

Y hablando de rapidez y solidez, qué decir del virtuosísimo John Petrucci que luego de “The spirit carries on” también regaló su solo. Comenzó con una intro con un efecto de violín (de hecho, creo que en los pedales el efecto se llama precisamente violín) y luego fue mezclando su tremenda técnica con su potente velocidad, dejando en claro por qué su nombre retumba tanto dentro del heavy metal. Quedaban escasos dos temas, en primer lugar “Breaking all ilusions” y finalmente cerraron el show con “Pull me under”. De esta forma concluyó la cuarta visita de la banda a nuestro país con el agregado de la grabación del DVD que contendrá imágenes del día domingo 19 y lunes 20, y tal vez como material extra algunas perlitas de su paso por Córdoba. Como una especie de pacto suicida ellos prometieron volver, y sus fans, también.

Galería de Fotos:

Cobertura: Nicolas Lopez
Fotografías: Pablo Gándara




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