Interesante noche se vivió este sábado 12 de mayo en el Teatro de Flores, seguramente para todos los estuvimos presentes no será una fecha más.
Dos bandas de gran nivel juntas debutando en nuestro país como lo son Unisonic y Gotthard, la primera con el gran atractivo de tener entre sus líneas a dos de los grandes exponentes del power metal, como lo son Kai Hansen y Michael Kiske, y la segunda haciendo su primera presentación en el país después de veinte años de trayectoria y con nuevo cantante.

La tarde arranco temprano con los muchachos de Conjuro que presentaban su disco debut “Próximo juego” con un hard rock preciso y bien recibido por el publico que iba ingresando al Teatro, seguramente compartir escenario junto Gotthard habrá sido una experiencia única para la banda porque se nota la gran influencia de los suizos en su música. Otra de las bandas que se presentaron fue Resist, oriunda de Santos Lugares, nos trajeron un poco de metal power progresivo, con cualidades y técnicas propias del genero, logrando un gran sonido y con la grata sorpresa de tener de invitado a Javier Barrozo para hacer una muy buena versión de “Land of the free” de Gamma Ray.

Es una lastima que Gotthard no haya visitado nuestro país antes, la perdida de Steve Lee fue un golpe muy duro para todos los seguidores de la banda y del hard rock, los suizos pasaron momentos difíciles pero optaron por seguir adelante, estuvieron un tiempo buscando un reemplazante hasta que llegaron a Nic Maeder un suizo poco conocido pero con un gran talento, que había integrado en Australia junto a su hermano la banda Maeder, la cual habían sacaron solo un disco en el 2007.
En los últimos meses habían adelantado algunos temas de lo que seria este nuevo Gotthard, pero el debut oficial en vivo se dio en nuestro país, lo cual generaba una gran expectativa e intriga por ver como iba a sonar la banda sin Steve.

Pasadas las ocho de la noche, todavía con mucha gente sin ingresar nos encontrábamos con un panorama en el cual se podía diferenciar claramente entre seguidores del hard rock y fanáticos del power y más precisamente de Helloween.
Pero en el momento que se apagaron las luces, toda la atención estuvo puesta en el escenario, el primero en salir fue Leo Leoni, siguiéndolo Hena Habegger en batería, Marc Lynn en el bajo, Freddy Scherer en guitarra, Ernesto Ghezzi en teclados y por último el nuevo integrante Nic Maeder en la voz.

Abrieron la noche con el clásico “Dream On” con el cual ya lograron entusiasmar a los presentes y más que justificadamente ya estuvieron tanto tiempo esperarando para poderlos ver a los suizos en vivo. Continuaron con uno de los temas nuevos que van a integrar su próximo álbum «Firebirth» que estará saliendo a la calle en estos días, el tema en cuestión es “Starlight”, el cual no seria el único ya que luego de “Top of the World” presentaron “Give Me Real” con su pegadizo riff.
Después de un arranque muy energético, optaron por bajar un cambio con “Need To Believe” canción que dio nombre a su noveno y anterior disco, en el cual Leoni tomo protagonismo en el medio del escenario en el solo de guitarra, enganchándolo inmediatamente con el whitesnakero “Sister Moon”.

Estamos disfrutando y viviendo un gran show tanto el público que fueron solo a verlos a ellos como los que estaban esperando por Kiske y cia. que respetuosamente observan el escenario. Algo que también vale la pena mencionar fue lo bien que sonó Gotthard, hasta me animo a decir que sonó mejor que Unisonic que igualmente se escucho muy bien. Continuando con el show y con los clásicos siguieron con “Master Of Illusion” un temazo que la gente acompaño cantado eufóricamente, donde Nic Maeder ya definitivamente se había comprado al público con su actitud y carisma, mismo público que un principio lo miraba de reojo extrañando a Steve Lee.
Y si faltaba algo para ganarse a la gente fue cuando presentaron “Remember It’s Me”, otros de los adelantos de su nuevo disco, con un Maeder solo con una guitarra acústica interpretando esta linda balada, y llegando al momento emotivo de la noche cuando dedican el siguiente tema “One Life, One Soul” a la memoria de Steve conjuntamente con un gran respetuoso aplauso de los presentes.

Ya estábamos llegando a los últimos temas y las distorsiones anunciaban el inicio de “Mountain Mama” con sus riffs característicos, siguiendo con “Right On” el último de los temas nuevos que presentaron. Arrancando con el clásico na nana na y jugando con el público tocaron el clásico de Purple (que en realidad es de Billy Joe Royal) el aclamado “Hush”. El cual continúo con un gran duelo de guitarras entre Leo Leoni y Freddy Scherer el cual dio inicio al “Lift U Up” uno de los temas más conocidos y difundidos de la banda.

Y para cerrar la noche llego el turno de “Anytime Anywhere” uno mis temas preferidos y muy aclamado por el publico, y finalizaron con el cover de Dylan “The Mighty Quinn”.

Y llego el momento esperado de la noche, después de un breve lapso entre banda y banda que se me hizo eterno, las luces del Teatro se apagaron y empezó a sonar “The Ride of the Valkyries” de Richard Wagner se notaba la euforia y la expectativa de la gente, por fin después de aquel inolvidable show de Avantasia en el 2010, íbamos a tener nuevamente a Kiske y Hansen juntos, combinación que hace ya casi 25 años había lanzado una de las obras cumbres del Power Metal los amados The Keeper of the Seven Keys I y II. Pero no están solos sino que cuentan con Dennis Ward en el bajo, Kosta Zafiriou en batería (ambos ex – Pink Cream 69) y el guitarrista Mandy Meyer (ex – Gotthard, Asia y Krokus).

Para arrancar el show optaron por “Unisonic” canción que da nombre a la formación, con esa energía y fuerza que la caracteriza, gran comienzo que pegaron a “Never Too Late” con un Kiske luciéndose en cada agudo, y obviamente con un público más que eufórico por tener a metros a “la voz”.

Continuaron la noche con “Renegade” tema que en vivo se aprecia mucho más que la versión de estudio, note cosas o detalles que en el disco no había percatado como el gran trabajo de guitarras y cambios de ritmo. El show continuo con “King For A Day” con esos riff característicos que acompañan a lo largo de tema, y el gran lujo de escuchar ese estribillo cantado a dúo entre Kiske y Hansen.
Siguieron presentando temas como “I’ve Tried” con un Hansen luciéndose en la guitarra o como “My Sanctuary” con esos riffs mas hardrockeros, y con ese estribillo coreado por todo el Teatro.

Uno de los puntos fuertes de la noche llego, el cual seguramente a más de uno le hizo caer un lagrimón y poner la piel de gallina, fue cuando anunciaron el siguiente tema el aclamado “March Of Time” uno de los grandes clásicos del Keeper. Personalmente creo que deje la garganta en ese tema, pero no fui el único ya que todo el Teatro acompaño en cada momento a Michael en el estribillo, lo que genero que haya sido un momento único y esperado por todos después de tantos años.

Después de ese tremendo momento, llego el tiempo de la balada “Over The Rainbow” que forma parte de disco como bonus track en la edición limitada, se me había pasado por alto esta canción, que por esta cosas de las discográficas lo editaron como un bonus siendo un gran tema que es una pena que no forme parte del disco en si, donde otra vez la voz de Kiske toma protagonismo, además de dejar boquiabiertos a la mayoría con un
par de agudos increíbles sobre el final.

Era evidente el buen humor de Kiske tirando chistes o haciendo payasadas arriba del escenario, demostrando lo bien que la estaba pasando como también lo estábamos disfrutando nosotros, siguiendo con el show llego el turno de “Star Rider” un tema más melódico pero lleno de energía, a lo cual una vez finalizado quedo solo Hansen en el medio del escenario desbordando solos para todos lados a lo cual se le sumo Meyer demostrando también sus grandes cualidades, y dando inicio a “Souls Alive” uno de los temas más heavys del disco, con grandes riffs y un solo demoledor.

Ya estamos llegando al final de show, pero todavía quedaban un par de temas más para cerrar la jornada como “We Rise” y “Never Change Me” capaz dos de las canciones del disco más cercanas al power metal que nos hacen recordar a ese viejo Helloween.

Solamente quedaban los bises, la gente impaciente sabia lo que se venia, coreaba el clásico Helloween, a lo que se le sumo Hansen marcando el inicio de “Future World” para desencadenar la locura generalizada de todo el Teatro, ver ahí Kiske y Hansen abrazados cantando este himno fue del todo emocionante, y con un Michael sobre el final jugando con el público y cantando estrofas de canciones de Elvis, simplemente genial. Pero para culminar la emoción llego el cierre de la mano de “I Want Out” donde se descontrolo todo literalmente culminando una noche inolvidable, y esperada por años.

Galería de Fotos:

Cobertura y Fotografías: Diego H. Vilar