Con un The Roxy Live lleno de gente y un clima extraño, se apagaron las luces a las 21:15 casi con una puntualidad inglesa. La gente comenzó a amontonarse y se dio lugar al rugido de la guitarra de Martin Knye. Comenzaron los gritos, los puños alzados y hasta el llanto de una chica emocionada… volvía el espíritu Kamikaze después de 20 años de su desintegración en 1992.

La noche arranco con “Todo el tiempo vigilas” el primer corte del primer disco de Kamikaze, No me detendrán. El público realmente estalló con la entrada de Enrique Gómez Yafal en el escenario y de hecho a lo largo de la noche se repitieron varias veces canticos elogiándolo como así también el grito de “¡Gracias Enrique!”.

A “Todo…” le siguió “Rompiendo las barreras”, “Cuando mueren las luces” y “Tu voz mi voz”, temas del segundo y tercer disco que la gente coreó, pogueó y aplaudió. Era laconfirmación de que ese espíritu estaba intacto luego de tantos años.

A esta altura, con un clima ideal mezclando emoción y gratitud, el público pedía que suban el volumen de las guitarras… dicho y hecho. El recital transcurría con una seguidilla de temas del último disco de Kamikaze solamente cortado por “La amistad es lo que cuenta” del segundo disco. Estos temas fueron “Lloviendo en mi corazón”, “La amistad…”, “Buscando el cielo”, “Pájaros de acero” y “El responso del guerrero”. Este último inició su introducción coreado a capela por todo el público presente, quienes comenzaban a pedir se toque dicho tema.

Los muchachos de KZ4 podrían haber finalizado acá el recital que yo me hubiese ido más que contento pero, de hecho, estábamos por la mitad de esta fiesta. Siguieron “En el final”, “Ciudad sin alma” y “La reina del rock n roll”, este último dedicado a las chicas presente y con algunas de ellas subidas a los hombros de otros. La banda seguía repasando sus temas más importantes de los tres discos y no dejaba de agradecer el aguante, en especial de la gente que se vino de otras provincias, como La Pampa, Córdoba, etc.

Parecía que la noche llegaba al final cuando sonó “Nacido en Argentina” seguido de “Víctima del rock”… dos temas donde estalló el pogo, después de todo, eran dos de los temas más esperados de la noche. La banda agradeció, saludo y se fue del escenario pero esto no terminaba acá, para coronar la noche los 5 volvieron para cerrar con “Estaré de pie” y “No me detendrán”; temas del segundo y primer discos respectivamente.

Ahora sí, la banda saludo, agradeció y se despidió. El público quería más, pedía por temas como “Mira hacia lo alto” o “Sacerdote equivocado” pero quedará para otra ocasión que no va a faltar seguramente. El buen sonido, la voz de Enrique intacta, como así también la habilidad de todos los músicos, y la buena onda entre estos había hecho de un recital una verdadera fiesta.

Galería de Fotos:

Cobertura: Maximiliano Nader
Fotografias: Pablo Gándara