Ni bien entré a El Teatro de Flores, poco después de las 20:15, apareció una de las bandas soporte. Pudo haber sido A.P.G., El Quincho o Bonavena. El sonido fue tan malo que no logré entender el nombre de la banda en cuestión. Su show abarcó unos treinta minutos. Cercanas las 21:00 horas, pensé que sería el turno de Bach, pero no. Apareció otra banda local cuyo nombre tampoco se entendió. Dicha agrupación estuvo a la altura de las circunstancias, despachándose con un hard rock bien ochentoso. Treinta minutos después, ya ansioso por el show del ex-frontman de Skid Row, seguimos esperando que se apaguen las luces. Pero dicho suceso ocurrió cerca de las 22:00 horas. El Gran Sebastian Bach en nuestro país nuevamente. Esta vez, en un ambiente mucho más intimo: El Teatro de Flores, el cual se encontraba al máximo de su ocupación. Al igual que dos años atrás, más precisamente en el estadio Amalfitani, hogar del Club Atlético Velez Sarsfield (donde fue soporte de Guns n’ Roses) Bach arrancó con «Slave To The Grind». Le sucedieron «Kicking And Screaming» y «Dirty Power», pertenecientes al último trabajo discográfico de Sebastian Bach como solista. Inmediatamente después, siguieron más clásicos por parte de Skid Row: «Here I Am» y «Big Guns». A esta altura, el público estaba en su mejor momento. Hubo tiempo para «(Love Is) A Bitchslap» (con la truncada colaboración de Axl Rose) y «Stuck Inside», también muy festejados. Más clásicos de Skid Row: «Piece Of Me» y la esperadísima «18 And Life» hacían acto de presencia para la alegría colectiva.
El sonido a esta altura de la noche era fuerte y perfecto. La banda que acompañó a Bach hizo una excelente labor y Bach deleitó a los presentes con esa gran voz, que a pesar del paso del tiempo conserva a la perfección. Al término de «18… «, los equipos se apagaron, el escenario quedó a oscuras y la banda procedió a retirarse del escenario. Luego de unos minutos, y con el problema de energía solucionado, la banda volvió al ruedo para partir cabezas de la mano de «American Metalhead» (o «Argentina Metalhead» para la ocasión). Nuevamente, los problemas de sonido y energía se hicieron presentes, por lo que la banda procedió a abandonar el escenario una segunda vez. Pero Bach permaneció intacto en el escenario, poniéndole el pecho a las balas, para cantar «Wasted Time» e «In A Darkened Room» a capella, coreadas a morir por el público presente. Luego de esta impactante muestra de profesionalismo, siguió «By Your Side» del disco «Angel Down», básicamente a capella también aunque con una leve participación por parte del resto de los músicos. La potencia volvió (para no irse nunca más) de la mano de «As Long As I Got The Music» del último trabajo de Bach como solista y «Monkey Business» de Skid Row, momento en el cual se arrojaron bananas al público. En todo momento, Bach estuvo muy comunicativo con el público, arengando a las masas en todo momento y como es su costumbre. Cerca del final, y luego de «I Remember You», vinieron «Tunnelvision» y la también esperada «Youth Gone Wild», coreada íntegramente por los presentes, dando por finalizada de esta manera un show grandioso. Para el recuerdo. Grata sensación la de asistir a un show y que los protagonistas de la noche hagan recíproca la locura. Ultima presentación de Bach & Cía. por Buenos Aires. A la espera de una próxima visita.
Galería de Fotos:
Cobertura: Martin Hernan Guillen
Fotografias: Victor Guagnini
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