Sábado 28 de Abril de 2012. Exodus regresó a nuestro país de la mano de Gary Holt para hacernos vivir una noche de puro thrash. En las afueras del Teatro de Flores se presentaba un clima fresco y nublado, con algunas pequeñas gotas que caían con el simple fin de molestar a todos los que estábamos afuera haciendo la previa. Bastante gente estaba en la puerta hasta que un encargado de seguridad salió a avisar que la banda estadounidense estaba a punto de salir, en un plazo no mayor a los diez minutos. Una vez dentro me encuentro con la parte baja casi llena y la parte superior cerrada al igual que en el concierto de Sodom.
Tres repiqueteos de redoblante y cuatro acordes de viola después, Exodus dio inicio a su show a las 21:34 con “The ballad of Leonard and Charles”, que ya destapaba los primeros mosh de la noche. En líneas generales el sonido era bueno aunque tal vez la segunda viola a cargo de Lee Altus estaba un poco baja, y a su vez al sonido de toda la banda tal vez le faltó un punto más de volumen. Lo primero fue compensado con el transcurso del show, lo segundo fue estático así que en mi opinión el sonido era excelente pero le faltó una rosca más de volumen. Sin dejar que el público tome tiempo para aplaudir, vino el doblete de “Beyond the Pale” y “Children of a worthless God”. Ahora sí, el pelado Rob Dukes saludó formalmente a todos nosotros y como siempre agradeció a todos por haber dicho presente en Flores.
Líneas apartes para Rob. Más allá de que tiene una voz impecable, que no se opacó en ningún momento y bajo ningún punto de vista, el tipo tiene TODO (así con mayúscula) el carisma arriba del escenario. Iba, venía, cantaba, saltaba, se paraba arriba de la batería, “molestaba” a sus compañeros en los punteos, incitaba al mosh, circle pit, wall of death, cualquier cosa con tal de animar el show. Esa cabeza rapada iba de arriba hacia abajo acompañando los ritmos de batería, iba hasta los rincones del escenario y le cantaba cara a cara los que estaban comprimidos contra la valla. Sinceramente, uno de los frontman más positivos que he visto.
Exodus seguía firme en el escenario con temas como “And then there were none”, “Deathamphetamine” y “Blacklist”, para continuar con “Fabulous disaster “ y darle pie al tremendo “Pirhana”, de un disquito (entiéndase el diminutivo) que salió allá por 1985 y que marcó el debut de la banda. La gente siempre aplaudía cada ejecución y salía a relucir los cantos populares de turno. “Exodus, Exodus, Exouds”, “Gary Holt, Gary Holt, Gary Holt” y el clásico “ohh Exodus, es un sentimiento, no puedo parar” se apoderaban del Teatro y fueron agradecidos por toda la banda que solía acompañar con algunos ritmos o simplemente aplaudían y pedían más.
En un momento Rob dijo algo de un DVD pero no llegué a entender porque justo estaba comentando con un amigo lo bueno del show, pero a partir desde entonces grabaron todos los temas siguientes. Había una cámara en un soporte que era manejada por Rob a la vez que cantaba, y a veces se filmaba el mismo cantando. También, hacia sus pasadas por las guitarras y la batería, y ni hablar del público, todo estaba registrado en esa cámara y en otra que había atrás de Tom. Los temas siguientes fueron “A lesson in violence” y “Brain dead”, para formar un encore de cuatro temas finales. El primero fue uno de los más aclamados: “Bonded by blood” destrozaba el teatro solamente con la intro, porque el clima que se vivía era letal. Un circle pit que ocupaba casi el ancho del teatro liquidaba a todo aquel que se metía dentro, y no era para menos ya que Duke era quien lo pedía. Al terminar, el pelado hizo de las suyas con un grito estremecedor para presentar “War is my shephred”. Últimos tres temas finales donde pasó de todo: tocaron “The toxic waltz”, “Strike of the beast” y “Good ridance”, un fan se subió al escenario y abrazado a Rob cantó un poco, después reverencia hacia Holt y se bajó. Siguieron los circle pits y a lo último un wall of death comandado por Duke. Tampoco falto el “Argentina es el mejor público que he visto, muchas gracias” y también el canto de “ole ole ole Exodus” con la banda tocando y el pelado cantando junto a la gente. El show termino alrededor de las 23:15, una hora cuarenta y cinco minutos de un show excelente. Músicos geniales, público fiel, excelente lista, muy buen sonido y mucha química entre la banda y la gente. Así pasó Exodus por Argentina dejando un grato recuerdo a todos, quienes esperamos que este quinteto demoledor regrese cuanto antes.
Galería de Fotos:
Review: Nicolas Lopez
Fotografias: Victor Guagnini
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