Esta vuelta fue distinta a todos los demás recis a los que pude asistir en mis 37 años de vida porque este fue el primero como coproductor. Entonces para mí el reci empezó el martes recién llegado de Villa Giardino, Córdoba, en el hotel con mi socio Tony coordinando las entrevistas con la banda. Cuando terminamos nos fuimos con la banda a la disquería «BVM records» donde unas 50 personas esperaban para sacarse una foto y hacerse firmar algún CD. Los músicos muy pero muy buena onda se quedaron hasta que nos echaron de la galería porque estaban cerrando.

El miércoles caí tempranito en el salón Reducci, situado en el «hermoso» barrio de constitución para tener todo listo para la noche. Arkona, muy profesionales probaron sonido durante dos horas y pico para que el sonido fuera perfecto y que el público argentino que los vería por primera vez no se fuera defraudado. Nota de color, pese a la reputación que tiene el pueblo ruso, ni la banda ni su manager Anton quisieron tomar una gota de alcohol antes de tocar, lo cual me pareció una actitud muy profesional.

Con todo esto, se hicieron las 20 hs, se apagaron las luces y arranco la banda soporte: Einher Skald. Había escuchado el EP de la banda y me había gustado, y en vivo no me defraudaron para nada, sonaron muy bien. Cerraron su set con el tema «Drinking in Valhalla» y dejaron a todo el público con ganas de seguir la fiesta. Antes de que empezara Arkona, me di una vuelta por el stand donde tenían el cd de ellos, y me traje uno para casa.

Después de un ratito; y entrando de a uno por vez, pisaron por primera vez un escenario argentino Arkona, y la verdad que me cuesta describir lo que fue esa hora y 20 minutos de recital. La banda sonó afiladísima, y el público respondió muy bien. Las 350 almas que estuvieron ahí no se olvidaran fácilmente de esa noche.
Tengo que hacer un párrafo aparte para Masha, la vocalista de Arkona, que a pesar de estar medio enferma (tenía problemas de garganta), se dejó la vida en el escenario. Es increíble el contraste entre la Masha reservada, y hasta casi diría tímida que vi en las entrevistas, y la Masha arriba del escenario. No para un segundo, headbangea, agita, hace invocaciones chamanicas, etc. Y pasa con una facilidad desconcertante de la voz melódica a los guturales.
Para resumir en pocas palabras, tremendo concierto, y aclaro que no soy fan ni mucho menos de la banda, es mas no los conocía demasiado bien, pero me volaron el marote.
Siguiendo con la buena onda que demostraron durante toda su estadía, saliendo del Salón para subirse a la combi que los llevaría de vuelta al hotel, Masha se sacó fotos con toda la gente que la estaba esperando afuera, firmo CDs y se fue con los brazos cargada de regalos.

Después de esos dos días a full, saludé a la banda y a Anton que se fueron del país contentísimos y con muchas ganas de volver a tocar.
No quiero terminar esta primer review para metal-argento sin mencionar a Patrick, un fan chileno que se vino desde el país vecino para verlos.
Bueno, con esto finaliza este extenso review de la primera visita de Arkona a nuestro país, espero no haberlos aburrido. Será hasta el próximo recital.

Galería de Fotos:

Cobertura: Bote Maiz
Fotografias: Pablo Gándara