Anthrax y Malon – Estadio Malvinas Argentinas (13-02-2012)

anthrax-2012Grandísima expectativa, por lo menos de parte mía, por ver en vivo y por segunda vez en mi vida a uno de mis primeros amores: Anthrax. Grandísima además por el telonero de lujo: los reunidos Malón, que formaron como corresponde con su formación original: Claudio O’ Connor en voz, Antonio «Tano» Romano en guitarra, Claudio «Pato» Strunz en batería y Carlos Cuadrado en bajo. El show de los ex-Hermética comenzó poco después de las 19:30, el horario pactado originalmente. El público asistente en ese momento era realmente muy poco. Si, fue lunes. Si, hizo calor. Si, mucha gente fue directo desde su trabajo. Como sea, la gente fue muy poca. Pero de a poco, el recinto fue tomando color… también de a poco, porque a lo largo de la noche, nunca superó el 70% de ocupación. Y se me hace que estoy siendo bueno con el porcentaje. No obstante, Malón rompió cabezas con himnos de su autoría tales como «Malón Mestizo»«Castigador Por Herencia»«Grito de PilagừGatillo Fácil»«Culto Siniestro»«Espíritu Combativo», como así también de Hermética, entre ellos «Evitando El Ablande» y «Soy De La Esquina». Con poco más de media hora de duración, la banda se despidió momentáneamente del escenario del Malvinas Argentinas de la Paternal (volverán al mismo stage el día 12 de mayo) aunque no sin antes anunciar la primicia que muchos esperábamos: Malón realizará al menos un tema nuevo en dicha fecha.

I stopped because I love you!

Si. Los metaleros también tenemos sentimientos. El mismísimo Scott Ian, guitarrista y miembro fundador, se detuvo en el climax de «Indians», uno de los caballos de batalla de Anthrax, para admirar el enorme pogo + circle of death llevado a cabo por el público argentino. De hecho, pidió que se filme y documente en fotos varias. Incluso, Ian dijo que desearía llevarnos a todos y cada uno de nosotros a EE.UU. para darle cátedra al público norteamericano.

Pero eso fue promediando el show. Anthrax, que ostenta treinta años de trayectoria, dijo presente una vez más en Argentina, en esta ocasión presentando «Worship Music», primero para el festival Cosquin Rock, llevado a cabo el pasado 11 de febrero en la comuna San Roque de la provincia de Córdoba, y luego en el microestadio Malvinas Argentinas, más específicamente el día de ayer. Poco antes de las 21:30, comenzó a resoplar la overtura del último registro discográfico de la banda, llamada «Worship», se apagaron las luces y los músicos fueron apareciendo de a uno: Rob Caggiano en guitarra, Frankie Bello en bajo y coros, Joey Belladona en voz, Scott Ian en guitarra y coros y Jason Bittner de Shadows Fall en batería, quien reemplazó temporalmente a su colega y amigo Charlie Benante, quien todavía se encuentra haciendo duelo debido al reciente deceso de su madre.

Como se dijo antes, si bien la excusa fue presentar «Worship Music», los neoyorkinos se despacharon solo con cuatro temas del disco. El resto, clásico tras clásico, entre los que se incluyeron «Caught In A Mosh»«Antisocial», el antes mencionado «Indians»«Among The Living»«Madhouse»«Metal Thrashing Mad»«Medusa» y «I Am The Law», entre otros. Los cuatro temas pertenecientes a la última placa de Anthrax fueron «Earth On Hell»«Fight ‘Em Till You Can’t»«The Devil You Know» e «In The End». Todos ellos vitoreados aunque en menor medida «In The End», quizás no la mejor elección.

El show duró una hora y media, minuto más minuto menos. Y respecto a la cantidad de gente… por algún lado leí 5.000 personas. El tema es que había claros importantes en el campo del estadio y mismo en la popular y platea (una de ellas ya que la opuesta se encontraba cerrada al público, posiblemente para concentrar más gente en las plateas e incluso en el campo). Incluso se podía transitar sin hacer grandes espamentos en el campo. La realidad fue que Anthrax pasó de El Teatro de Flores al microestadio Malvinas Argentinas, una diferencia importantísima en cuanto a ocupación. De todas formas, el show se disfrutó sobremanera. Tanto arriba del escenario como abajo. Gente de todas las edades. Una verdadera fiesta del Metal. Finalizado el show, me fui silbando bajito al puesto de hamburguesas y bondiolas de cerdo y ordené un sandwich, como para cerrar una noche a puro éxtasis.

Galería de Fotos:

Cobertura: Diego Almeyra
Fotografías: Victor Guagnini




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