Nvlo se presentó por segunda vez en su historia, nada mas y nada menos que en el Teatro Flores. Sin dudas la banda emergente que mas rápido creció y la que actualmente lleva la bandera del éxito under. Los chicos de Nvlo ya se habían presentado en dicho recinto el año pasado, y previamente dieron shows en lugares como Teatro Vorterix, El Teatrito, Roxy y demás. Siempre subiendo un escalón mas, y en este caso, manteniendo lo obtenido. Dar un paso mas allá del Teatro Flores representa un aumento muy notable en capacidades, pocas son las bandas del metal nacional que lo hacen, sea Obras, Luna Park o similares. El caso mas semejante fue Against, que habiendo llegado a Flores, al año siguiente, y al igual que Nvlo, mantuvo lo logrado y repitió show en el mítico teatro de Avenida Rivadavia.
Diferentes y variadas fueron las propuestas que acompañaron a Nvlo en sus shows mas memorables, desde bandas extremas y «del palo» como pueden ser Bolo o Disomnia, hasta propuestas traperas como Kaktov o The Colorated. Para esta ocasión, y si mi memoria no falla fue algo nuevo en tanto estilos, la banda en acompañar a los creadores del Club Atlético Breakdown (C.A.B.) fue POST20, desde la provincia de San Juan. La banda está formada por Milagros Espín en voces, Atuel Alvarez en guitarra, Iván Almeida en bajo y Catriel Alvarez en batería. Su estilo es una mezcla entre nu metal, pop punk y elementos electrónicos y modernos, que como resultado dieron, al momento, un disco titulado Catarsis. Para ser alguien que no es amante de dichos géneros, debo decir que su presentación, con la energía de sus músicos y la onda de Espín, fue muy entretenida e interesante de ver en vivo.
Una vez mas los allegados al infame y querido C.A.B. dijeron presente en una jornada para nada fácil. Porque se trató de fin de mes/principios muy principios de diciembre. Porque además fue un domingo, con lunes laboral. Y por si fuera poco, ese mismo domingo tocaba Iron Maiden en nuestro país. A pesar de todo, las remeras de Nvlo invadieron las inmediaciones del teatro y la olla, con gente volando (ritual que no deja de causarme admiración, hay que tener equilibrio y energía, incredulidad y gracia en partes iguales) dando patadas y piñas no cesó ni un instante. La banda repasó su discografía, tocó aquellos clásicos infaltables, y como suelen hacer, revivió algún tema no tan presente en la diaria de sus shows. La performance de sus músicos, todos estables, cosa muy valorada y difícil de conseguir, es impecable. Uno no descubre nada porque son innumerables las veces que asistió a sus presentaciones, pero no deja de re confirmarlo vez a vez. El sonido de la banda es demoledor, las propuestas escénicas, sean telones o pantallas, lumínicas y de humo siempre acompañan la música y no son un mero condimento, sino que tienen su importancia dentro del todo. Una manera fácil de describir el show de Nvlo es recurriendo a «Péndulo» con la frase «estado de trance violento y visual».
Nvlo confirma su gran momento, volvió a Flores en un año con muchísimas presentaciones en vivo, con bandas importantes y creciendo a paso firme. La próxima gran cita será en el Teatro Vorterix.
Por Juan Cordiviola
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