De la mano de Gustavo Rowek, el Tributo V8 homenajea a la banda más grande del metal argentino. Para esta nueva etapa, el grupo anuncia su nueva formación: Beto Ceriotti (bajista de Almafuerte, El Reloj y Logos) y Javier Knario Compiano (cantante de Plan 4), que junto a Sergio Berdichevsky (en guitarra ex Rata Blanca) y el ya mencionado Rowek (en batería).

¿Quién es Beto Ceriotti? Un músico que recorrió todo tipo de escenario. Tocó con bandas como El Reloj, El Expreso, Cerbero, Logos, Cruel Adicción y Drenaje. Su lugar más importante fue ser el aliado de las cuatro cuerdas de Ricardo Iorio en Almafuerte desde 2003 hasta el inpass indefinido en 2016.  Ahora atiende el llamado de Gustavo Rowek para reencarnar a V8 o como figura oficialmente, Tributo V8. «Si Gustavo quisiera este proyecto podría llamarse V8 porqué él tiene todo el derecho de hacerlo, pero no es su deseo», afirma sin tapujos desde su casa frente a la cámara en conversación vía zoom con Metal Argento.

Ceriotti empezó a estudiar guitarra a los ocho años en el Instituto Superior de Música de Ramos Mejía. A partir de de ese momento, su vida estaría ligada a la música para siempre. Fue la banda El Reloj, a los 16, lo que lo introdujo de lleno. Con el paso del tiempo, ingreso como plomo y stage de distintas bandas como de Los Violadores, Riff y V8, entro otros. «Algo que nunca voy a entender es la cantidad de escupitajos que le llegaban al escenario a Los Violadores, a los pibes los amaba, pero era un asco tener que agarrar un instrumento», rememora entre risas. También recuerda en esos primeros alocados días del fin de la última dictadura militar y la primavera alfonsinista la intervención de Iorio en el BAROCK 82, a pesar de no haber asistido. «Verlo a Ricardo todo enajenado es impresionante, el tipo era único.»

El bajista considera que V8 fue la primera banda de heavy metal en la Argentina. «A Pappo lo ponemos en la misma repisa, pero él hacia rock pesado. Puso la impronta y la campera de cuero, pero en el último tiempo hacia blues y se vestía como un blusero, otro único, antes que él no había rock.» Ceriotti abre un paréntesis y se permite volar un poco. Con datos precisos que provienen de la Segunda Guerra Mundial comienza a unir hilos entre aviadores y motociclistas y como tanto la indumentaria de ambos tienen similitudes. Como las chaquetas de cuero eran de aviadores para resguardo del viento y como eso se traslado a las motocicletas. Incluso introduce a Fangio y sobre como moldeo su casco en base a los pilotos. Cierra paréntesis y retoma: «En esos momentos era difícil salir a tocar y había que pararse y gritar y lo hippies que se mueran como hizo Ricardo; creo que después de tanto tiempo de represión, V8 fue la única banda que dijo basta y llamo a la acción, las letras lo confirman y lamentablemente hasta el día de hoy algunas siguen siendo actuales.»

«Para mi es un honor haber atendido el llamado de un amigo como Rowek y volver a subirme a un escenario», cuenta emocionado. Walter Meza y el Topo Yañez de Horcas se alejaron del proyecto por cuestiones profesionales. La banda que continua con el legado de Osvaldo Civile, guitarrista de V8 y  se avocaron a la producción de un nuevo disco, El Diablo. «Con los chicos de Horcas esta todo bien, no hubo ningún tipo de problemas y estamos felices por ellos, pero bueno no se dan los tiempos y por eso me llamo Gustavo.» En cuanto a la nueva formación, dice: «Knario le da una impronta nueva a las canciones de V8, como te dije, tranquilamente,  Gustavo podría llamar V8 a este proyecto en vez de tributo, pero decidió que no. Además, son sus canciones. Me molesta cuando dicen que esto es un curro, un choreo. Si lo hace una banda de afuera esta todo bien, pero si lo hacemos acá esta mal. Si Rob Halford con Doro hacen «Total eclipse of the heart», esta barbara, pero Ricardo hace «Morir al lado de mi amor», de Demi Rousso, es un chiste. Somos muy injustos.»

Por Jonatan Dalinger
PH: Andrés Violante (cortesía prensa)