Pelotas inflables volando por el Teatro. Fans y músic@s sobre el escenario compartiendo el momento victorioso de esa gran familia. El bajista llevado sobre los hombros de uno de los invitados como si fuese Freddie Mercury. M.U.S. llegó al pico de su Everest. Bien merecido lo tienen tras haber recorrido un arduo y largo camino, pero volvamos al principio de la tarde. Aún quedan muchas cosas por contar.
En Metal Argento hemos tenido la fortuna de ver muchos grupos mostrando un potencial gigante desde sus primeros pasos. En la verdad es otro nombre para agregar a esa lista. Con tan solo un disco (Pangea) 1 E.P. (Nadie dijo que será fácil) y un puñado de singles, este quinteto de Easycore/Post hardcore son una de las caras nuevas más impactantes de esta escena. Las enérgicas interpretaciones de “Constancia”, “Abismo” y “Lo que no pudo ser” cumplieron perfectamente con el principio de “dejar al público con ganas de más”. Esta historia continuará…
All for love tiene perfeccionado hasta el más mínimo detalle el arte de como dar un espectáculo cautivante sin importar si el set dura 40’ o una hora y media. Rod es un frontman magnético con una voz tremendamente versátil. La banda son orfebres musicales, entrelazando climas oníricos o pesadillezcos de acuerdo a lo que pide esa pieza en particular. Basta con escuchar y ver las versiones “Vos y yo” o “El final de tus palabras” para convencerte que estás presenciando algo muy especial. Gracias AFL. Hasta la próxima.
Los eventos especiales vienen usualmente cargados de ansiedad y como los muchachos de M.U.S. sabían que esa sería su última fiesta por tiempo indeterminado (Taiel, principal compositor de sus melodías, emigra al Viejo Continente) no se pudieron contener de salir 5 minutos antes de la hora pactada en la grilla oficial.
Si hay algo que caracteriza los recitales de este grupo surgido a principios del 2010 es la buena energía. Siempre sonrientes. Siempre agradecidos. Letras que reflejan compañerismo y perseverancia ante las adversidades. Mi última solución es un bálsamo para los corazones maltrechos. En una presentación que contó con 26 canciones y varios invitados de luxe, es difícil destacar un puñado. “Aguas negras” contó con el acompañamiento de Nazareno de 911. Rod de AFL hizo lo propio en “Vendetta”. Fran de Discarne aportó una cuota de ferocidad a “Laberintos”. Los nueve invitados que subieron brillaron con su propia luz. Felicitaciones generales. Por fuera de las antes mencionadas, podemos resaltar las bellísimas reinterpretaciones acústicas de “Perdidos” y “Nada está bien”; además de una poderosísima versión de “No te rindas” con unas espeluznantes palabras de Sebas al comienzo.
Volvemos al comienzo del escrito. Suena “A donde sea que esté”. Pelotas inflables. Decenas de personas bailando y cantando sobre el escenario. Una fiesta. Pero no una fiesta despedida. Fue una fiesta de “hasta la próxima”. Nos gustaría tener el Delorean para que poder llegar a esa próxima en segundos. Pero estamos en la vida real y no en una película. Aunque noches como la que vivimos nos permite dudar si no somos simplemente actores en una de las cintas más hermosas de la historia del celuloide. Gracias M.U.S, ya los extrañamos.
Por Alejandro Williams
PH: Leticia Villalba
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