El 2023 no fue un año más, común y corriente, en la historia de Avernal. Marcó el cumpleaños número 30 de la banda, con todo lo que eso conlleva para una banda de géneros extremos y en nuestro país. Además, se reeditó el segundo trabajo discográfico, No Hope (2001), ya que se cumplen 22 años del mismo. Para la ocasión, una fecha a puro death metal, en varias de sus vertientes, se llevó a cabo en Uniclub, en la medianoche del viernes primero de diciembre. Las bandas en acompañar el cierre de año y los festejos, fueron Ataudes, Fibroma y Frater.
Los primeros en aparecer fueron los muchachos de Ataudes. Death metal crudo y a lo vieja escuela, sin mucho preámbulo ni tecnicismos excesivos. La banda sabe crear atmósferas y climas sombríos y densos. Cristian Viegas, su cantante, si que sabe expresar, además de con su voz, con sus movimientos en el escenario, lo que la banda expresa musicalmente. Dueños de un único disco editado hasta el momento, Merecemos la Extinción (2020), Ataudes dio el puntapié en una noche extrema. La siguiente banda en salir a escena fue Fibroma. El trío comandado por Lucas Delgado, es una garantía de habilidad para llevar a cabo riffs intrincados y frenéticos. Death metal brutal y técnico a la orden del día. Ver a la banda en vivo es una experiencia hipnótica, ya sea viendo a Delgado llevar a cabo la labor en guitarras y ademas cantar, o a Patricio Olguin, haciendo lo suyo con el bajo y los dedos a mil por hora, o por su parte Ismael Pérez y su manera bestial de tocar batería. Momento para el death más moderno hubo, y fue Frater la banda encargada en representarlo. Además de lo podrido, la banda propone un lado limpio, más melódico, tirando al metalcore. Muchos de los presentes acompañaron a la banda con las primeras rondas y cantando sus letras. Rodrigo Plascencia (Bolo) acompañó a la banda en uno de sus temas, y la banda se despidió dejando el escenario listo para Avernal.
Tzompantli (2020) vino a confirmar la vuelta del lado más extremo de Avernal, que había dado algunas muestras con el anterior trabajo, La Quimera de la Perfección (2016). Así, el quinteto salió con los tapones de punta con «Hilera de Cráneos» y «Kraken», para delire de los presentes. Siguiendo con el frenetismo y la violencia, «Mediador» prosiguió el devastador inicio, para llegar luego, un descanso (entre comillas) con la coreable «El Ungido». Avernal es garantía de calidad en vivo, y lo demuestran presentación a presentación con músicos afilados y un gran frontman como lo es Cristian Rodriguez. La primera parte del show culminó con «Habitante de Cadáveres», con la gente prendida fuego, coreando y cantando a la par de las guitarras y de Rodriguez respectivamente, y con «La Tormenta Después de la Calma» y «La Resurrección», aportando la cuota mas rockera que supo tener la banda.
Para el momento de festejar los 22 años de No Hope, la banda invitó al escenario a Walter Thompson, quien participó de aquella época de Avernal, para sumarse como tercera guitarra. Además de la reedición del disco, un EP titulado Destino en Común forma parte de un cd extra, todo bajo el sello de Disembodied Records. El mismo incluye cuatro temas re mezclados por Sebastian Barrionuevo (ex Avernal), en los cuales 3 tienen las voces re grabadas en castellano. Como era de suponer, todos los temas fueron presentados en vivo, y luego, y con muchos aplausos y abrazos entre los músicos, Thompson se despidió del escenario.
Para la recta final, en la madrugada del sábado, «La Densidad» y «Carne para la Bestia» terminaron de representar a Tzompantli y la clásica «Hoy Podes Pudrirte» dio el cierre definitivo a una nueva presentación de Avernal, pero con motivos más que destacables como el aniversario número 30 como banda y la re-edición de su segundo trabajo de estudio.
Cronista: Juan Cordiviola
Fotos: Cuervo Deth
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