LA TRISTEZA SERÁ ETERNA. Amenra junto a Hexis y Monje – Uniclub (19-10-2023)

Todo parecía ser caótico para Amenra. Primero, por razones de fuerza mayor la fecha tuvo que ser modificada un día. Luego, el vuelo que trajo a los belgas de Chile a Buenos Aires sufrió demoras lo que hizo modificar todo el line up. Y hasta una vez actualizado los horarios, el evento sufriría más retrasos y atrasar la apertura de puertas y acortando el set de la única banda local presente: Monje. Aún así, contra viento y marea, Amenra otorgo un show impoluto. Hexis por su parte logro coronar el cierro a pura brutalidad.

La teoría del caos dice que a hay sistemas deterministas cuyo comportamiento puede, en principio, predecirse. En cuanto comenzó a circular la información que la nueva visita de Amenra sufriría modificaciones y que la banda en vez de cerrar, abriría todo comenzó a desdibujarse. Indudablemente, lo importante era la presentación indistintamente del orden. En eso, llega la banda. Rápidamente ingresan a Uniclub. De repente, prueba de sonido. Lo que debía comenzar 20.30 horas se iba a retrasar una hora más. La fila por Guardia Vieja llegaba hasta Carlos Gardel y daba la vuelta. La ventanilla cerrada y el público, impaciente, pero calmo. Solo importaba ver a Amenra.

Una vez adentro, el target fue el stand de merch. Se agoto en poco tiempo y los precios tanto de los productos de Amnera como de Hexis no tuvieron razón de ser. Barato es decir poco. Ahora si. El humo empezó a bajar desde el entrepiso y sobre el telón una proyección con el logo Church of Ra. El telón se abrió, la gente gritó y comenzó a sonar «The Pain It Is Shapeless» fuerte y claro. La sorpresa fue grafíticamente. En rigor de verdad, no esperaba un sonido que limite la perfección, pero Colin H. van Eeckhout (voz), Mathieu J. Vandekerckhove (guitarra), Bjorn J. Lebon (batería), Lennart Bossu (guitarra) y Levy Seynaeve (bajo) lograron anular mi pensamiento.

El impacto de los belgas va más allá de  la distorsión o de letras oscuras. Más bien es el combo de generar un ambiente por deambula por viajes tomados prestados de la psicodelia. Eso si, lejos del flower power «Razoreater» no tiene nada que ver con eso, pero si un anclaje en donde la música, en este caso oscura y de tiempos lentos, invita a la reflexión e introspección. Aquí, desde otra identidad sonora, el rito y la espiritualidad se hacen mella. El punto más alto del set que duro casi una hora y media fue con «Am Kreuz» y «A Solitary Reign.» Sin palabras mediante, cerraron su presentación con una cita en el telón de fondo: «La tristeza será eterna.»

Monje tuvo que acortar el set a cinco canciones. No afecto a la performance, pero una buena parte del público decidió retirarse. La banda local contenta de todas formas. Unos minutos hubo un show descomunal y ahora era el turno de ellos. La propuesta de Monje tiene líneas doomeras, pero el sonido es más propio del conglomerado stoner que del post metal de  los belgas. Aún así gran acierto de riffs gancheros a cargo de Diego y distintos guturales expuestos por Maty Ibañez

Para la recta final, se retiro más gente. Tampoco es que eran pocos, pero si eran muchísimos menos que al comienzo. Personalmente, no conocía a Hexis hasta el anunció de esta fecha. Grata sorpresa. Arremetieron con «Memento» y la potencia fue absolutamente descomunal. Oriundos desde Dinamarca siguen una corriente de metal extremo, pero con con fuerte anclaje en el post hardcore. A lo que fue lo estático de Amenra por cuestiones obvias de tempo, lo de Hexis es proporcional en baile. Filip (voz) no se canso de dar patadas al aire y Luca Mele (bajo) lanzó en más de una ocasión su instrumento a lo largo de canciones como «Fallaciae» o «Exhaurire» El juego de luces y flashes prácticamente eran para convulsionar. Por suerte, solo pogo y agite.

Cronista: Jonatan Dalinger
PH: Alejandra Silva 

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