Un martes muy tranquilo nos predisponía para una buena noche de metal melódico en el barrio del Abasto. Compartiendo una gira que los llevó por varios países latinoamericanos el cartel formado por Rob Rock, la ex voz de Impelitteri (también cantó en el proyecto del sello Shrapnel M.A.R.S., la banda de Axel Rudi Pell y varios albums de Avantasia), y Narnia, la histórica banda sueca de power metal neoclásico. A ellos se sumarían los locales heavy-hardrockeros Black Side.
A eso de las 20:30 súper puntual salía a escena el querible Rob Rock. Con una concurrencia discreta, pero leal, el americano acompañado por la base instrumental de Narnia, arremetió sin sutilezas con el hit de la B «The Sun Will Rise Again», directo de su álbum debut, Rage of Creation (2000). Mientras su potente voz se iba ajustando en los controles, la riffera «First Winds of the End of Time» explotaba en el aire dejando lugar a otra gema en la forma de «Savior’s Call», sumamente coreada por los fanáticos. La hímnica «Judgement Day» cerraba el primer segmento del set a pura epicidad.
Las teclas del sonriente Martin Härenstam anunciaban el inicio de «A Crack In The Sky», marcando la segunda parte del show, ya con Cristian Rivel-Liljegren liderando a los soldados bajo comando. Párrafo aparte para su prístina voz, sonando igual y hasta mejor que en los discos. El alto nivel interpretativo se mantuvo en la tabernera «You Are The Air That I Breathe», convirtiendo hasta al más hereje con sus «I believe, I believe, I believe». Y esto marcaría una agradable sorpresa: las canciones explotando mil veces más que en los discos, a fuerza de entusiasmo, profesionalismo y comunión, serían la constante del set de los suecos. Los estrenos en suelo porteño no se hicieron esperar y «Rebel» (hermoso el duelo entre los teclados y la viola de Carl Johan Grimmark), «Thief» (momento casi cinematográfico) y «Descension» (mojando sábanas powermetaleras al evocar detallitos a lo Angra) sonaron una tras otra mostrando el buen momento por el que pasa la banda. «Rock The Earth» y su estribillo de puño en alto de calidad casi germana nos traía una vez más a Rob Rock. «In The Night» aportó más caña para culminar con una joya sólo para acérrimos del shred neoclásico: «Father Forgive Them» de Impelitteri en una impecable versión con Rob y Cristian compartiendo coros, toda una fiesta. Unos problemas técnicos en el mic de Rob no impidieron que más de un heavy se emocionara con «I’m a Warrior», finalizando su set.
Momento de regreso de Narnia con la bella «The Lost Son», a la que le pegaron «No More Shadows of the Past» e «Into This Game», un triplete para el recuerdo. Un acalorado Cristian recibe ayuda de Rob para la blackmoresca «Long Live The King». Cristian nos da unas palabras para recibir a Cristo en nuestros corazones, remarcando que más allá de la música, ellos vienen por su mensaje, la palabra de Dios, de esta manera se despachan con una sentida versión de «The War That Tore The Land», finalizando, como corresponde, con gritos de «Aleluya». Luego de esto vuelven a subir la temperatura con la buenrollista «I Still Believe», mandando al diablo con el diablo. En este momento el tour manager, Fredi, reitera la importancia de recibir a Cristo en nuestros corazones, dando una oración en castellano y agradeciendo el apoyo. La banda vuelve para la esperadísima «Living Water», con 10 personas en el escenario, los fans cantando a los gritos y un Cristian contentísimo haciendo crowdsurfing durante el solo de guitarra.
Más allá de que la convocatoria no fue de lo más óptima (menos de la mitad de la capacidad del lugar), los fans de Rob Rock y Narnia se llevaron a sus hogares momentos inolvidables. Se llevaron un show al que no le faltó nada, con energía, entretenimiento y con su prometido mensaje. ¿Qué más se puede pedir? Queda confirmadísimo que el americano y los suecos son fieles a sus fieles.
Cronista: Boris Bargas
PH: Martes Rubí
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