El pasado sábado 16 de septiembre los amantes del metal progresivo tenían una cita muy especial. Presto Vivace presentaba su 8vo disco (u 8vo hijo, como le gusta decir a la banda) en el siempre cómodo y pintoresco Teatrito. Ciertamente Inmanencia no se trata de un disco mas en la carrera de la banda, el nuevo trabajo trajo consigo algunas novedades. Por un lado, una nueva formación que cuenta con Brunella Bolocco Boye en voces y Luciano Pérez Schneider en guitarra, acompañando a los ya conocidos Marcelo Pérez Schneider y Martin de Pas en bajo y batería respectivamente. Por el otro, nos encontramos un sonido mas pesado que en trabajos anteriores, con influencias mas modernas, sin perder el sello de calidad al que nos tienen acostumbrados. El compromiso y la calidad es algo que Presto Vivace no negocia.

Previo a la apertura del local se llevó a cabo un press meeting en el cual la banda dio testimonio de como se fue gestando este nuevo trabajo, el gran impulso energético que significó la nueva formación y la realización del videoclip de “La Advenediza”, próximo a ser lanzado, que pudimos ver en la pantalla del Teatrito. Una excelente propuesta llevada adelante por Icarus Music, acercando al artista con la prensa, que esperamos sea mas frecuente.

La tarde le daba paso a la noche y Marston sería la banda encargada de darle la bienvenida a aquellos que lentamente se apostaban en el Teatrito. Un trío mas que interesante que cumplió con creces la tarea de ir poniéndole color y subiéndole la temperatura a la gran noche que se avecinaba.

A eso de las 21hs aproximadamente, se abre el telón del Teatrito para que Presto Vivace se adueñe del escenario. «La Advenediza», tema que abre el nuevo álbum, también sería el elegido para abrir el show. Casi sin respiro llegaría «La Dictadura de las Máquinas», de aquel ya clásico disco debut de la banda Utopías Color Esmeralda (2000). Las primeras impresiones dan cuenta de una banda que juega en otra liga, Brunella lleva a otro nivel el nuevo material, mientras que hace propias las canciones anteriores de la banda, resignificándolas y dotándolas de otro color. Luciano se mueve como pez en el agua por los intrincados ritmos casi sin despeinarse, como si fuese tarea simple una canción de 12 minutos. Martin es un reloj tras los parches, una maquina de precisión que sólo requiere mate como combustible. Y hablar de la desempeño de Marcelo es arriesgarse a quedarse corto, poco se puede decir que no se haya dicho, de otro planeta realmente.

La noche seguía su curso con «Cada Emoción», recibida con total algarabía, y para cuando Marcelo nos regaló un solo no hubo palmas que alcancen, pocas cosas son tan hipnóticas como ver a Pérez Schneider tocando. Barrilete cósmico, ¿de que planeta viniste?

Y hablando de barrilete cósmico, otra canción de las nuevas que salía a la cancha era «Réquiem Esférico», donde la banda rinde homenaje a la figura de Diego Maradona, relato de Víctor Hugo Morales incluido. Un favorito personal del nuevo disco.

«Wall Street» le daba paso «Pulsión de Muerte», otra de las nuevas, todas muy bien recibidas. Y ya para el final una cortita con «Laberintos Hacia el Vacío» para ponerle el broche de oro con «Solo Por Hoy» pegada a «Invisibles al Poder», con una nueva se abrió el show y con una nueva se lo cerró.

Presto Vivace ganó, gustó y goleó. Inmanencia tuvo su bautismo ante un Teatrito que vibró durante las casi dos horas de show, en una comunión entre banda y público que pocas veces uno puede presenciar. Pero también quedó demostrado que Presto Vivace no lo teme a los desafíos, abraza los cambios, los transforma en su fortaleza y se vale de ellos en pos de continuar la aventura.

Por Martin Tula
PH: Shots By Far (gentileza)