BUENOS AIRES, TU CASA. Tarja – Teatro Flores (16-09-2023)

Nunca había presenciado un show de Tarja Turunen hasta el 16 de septiembre de este año. Vaya uno a saber porque, pero por h o por b, hasta ahora siempre hubo un pero. Roto el encantamiento, el fin de semana atravesé 25 kilómetros de ida y 25 kilómetros de vuelta a través de colectivos, tren y subte para presenciar y comprender porque una finlandesa tiene pasaporte popular argentino.

Entiendo que cada show de Tarja es celebrado por sus seguidores como un encuentro especial. Hay pocas confluencias entre artistas y seguidores que logren una conectividad tal que emanen energías preponderantes.

Algo interesante de este show en particular es el valor en las bandas que fueron elegidas para el regreso de la cantante nórdica. 
Primero salió Daniela Milagros. Por primera arriba de una escenario, la joven de 18 años potencia su show con rock aguerrido, calzándose el bajo y tomando una pausa para sentarse frente al piano.  La propuesta tiene potencia, va al frente y hace hincapié en su remedio: la música como paso al frente y toma de posición. En segunda lugar, Madame Rita tomo las riendas del hard rock. Capaz aquí se tomo distancia del repertorio de Turunen, pero que sin embargo la cuota emo rock puede verse emparentada. Lamentablemente, el cierre fue abrupto y sobre el último tema se le cerró el telón. De todas maneras, y a fuerza de voluntad, la banda se las ingenio para abrirlo nuevamente para una foto final con el público de fondo. Tocar antes que Tarja y en el Teatro Flores es un momento para atesorar.

Ahora sí. De repente, apenas pasadas las 21 horas el Teatro está lleno. Las luces se apagan, la pantalla al fondo del escenario dice Tarja e intercala con imágenes de la cantante. La gente se vuelve eufórica. Primero salen los músicos, luego sale ella. Efectivamente, como titula la canción inicial, me encuentro en el ojo de la tormenta. Una canción que resume los últimos 18 años de la soprano: bases tangueras con la epicidad lirica y metalera que la define. Hay parejas, hay grupos de fanáticos, hay familias. Todos coreando al mismo tiempo, como kit identitario argentino, coros de las melodías de las guitarras a cargo del alemán Alex Scholpp y el argentino Julian Barret. Luego, seguiría una y otra, y otra, ovación hacia ella.

El trabajo de Tarja es impoluto. Se nota que además de ser una profesional, sigue siendo una aprendiz sin perder la ingenuidad propia de la sorpresa. El brillo en sus ojos ante cada declaración de amor, ante la fervencia del publico que no sabe callar, expresa el manifiesto. Lo mismo con su sonrisa y cada gesto de corazón a modo de saludo a sus seguidores. A lo largo de la hora las casi dos horas que iba a durar el show, Tarja intento buscar palabras para describir como se sentía. No hubo caso, fue mejor hablar a través de las canciones. Así sonaron los hits que dominan esta gira mundial: «Demons In You», de base funk, «Falling Awake», para no perder la cuota heavy y un tridente con «Oasis», «You and I» y «Shadow Play» con ella frente al piano de cara a los presentes.

Sin renegar de su pasado, de hecho recogiéndolo, los primeros acordes de «Nemo» de su ex banda Nightwish creó el climax de la noche. Más coros, más euforia y más corazón. Minutos después, el hit que dio paso a su carrera en solitario «I Walk Alone.»

Ya pasados un poco más de 15 temas, distintos vestuarios que fueron de calzas y campera de cuero a un vestido dorado con hombreas, para finalmente ponerse una camisera argentina con el número 10 y una estampa símil Gilda; Tarja no parece cansada. El reencuentro con quienes la a patriaron hace 18 años parece vitalizarla más de la cuenta. Es cierto, que Finlandia, y los países nórdicos en general, tienden a ser una cultura fría en comparación a la latina. Sin embargo, Turunen, sin dejar su idiosincrasia, emana ternura, emana calor. Prácticamente, sin palabras decide hacer una foto final luego de interpretar y haber extasiado a los argentinos con «Until my last braeath», pero siempre hay un poco más. Y como renegar de su pasado, no es lo suyo, el clásico «Over the hills and fary way» daría el cierre con una promesa: «Voy a volver en marzo.» Ya caminando de una punta del escenario a la otra tras haberse arrodillado para agradecer la asistencia solo resta decir que Buenos Aires te espera nuevamente con los brazos abiertos, porque Buenos Aires es tu casa.

Cronista: Jonatan Dalinger
PH: Leticia Villalba

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