DIOS HA MUERTO. Acutor – Pana Rock (19-07-2023)

El pasado 19 de julio no fue un día como cualquiera en la Ciudad de Buenos Aires. Mientras la jornada laboral finalizaba para el común de la gente, un grupo de fieles renegados, adeptos del Thrash Metal, se reunían en Pana Rock, aquel primer piso situado en Av. Rivadavia y Mariano Acosta. El motivo: ACUTOR, la legendaria banda proveniente de Colombia pisaba suelo argentino por primera vez. Luego de un impasse de casi 20 años tras su separación en 1999, la banda volvería a los escenarios locales dando varias presentaciones en su tierra. Hoy, a casi 30 años de la salida de su único material discográfico titulado Dios ha muerto, el trío de Thrash Metal colombiano se encuentra de gira por Sudamérica. 

Cerca de las 20 horas comienzan a entrar al recinto algunos metalheads. Detrás de las cortinas que ocultan el pequeño escenario, se alistan los equipos para que Calavera haga la apertura de la noche. Unos veinte minutos de show, donde de principio a fin y con una mínima concurrencia de espectadores predominó el mosh y los gritos colgados a la valla del lugar. Cuentan con cinco materiales editados, entre EPs y álbumes, donde con un sonido áspero y contundente dejan bien marcado su estilo thrashero. 

No pasan ni cinco minutos antes de que Asfixiados tome lugar y comience a azotar sus instrumentos. Hardcore punk y thrash metal en su máxima expresión. La banda proveniente de Corrientes dejó huella ante el público dando una excelente presentación, resaltando el hecho de que el baterista dejó la banda faltando muy poco para la presentación, cosa que no los detuvo, ya que otros colegas metaleros tomaron su lugar, permitiendo que la banda lograra presentarse y mostrar su enorme calidad musical. Recomiendo escuchar Visiones de la Ultraviolencia, material que estuvieron promoviendo durante la fecha. Excelentes exponentes del género en el under. Al igual que Calavera, su función finalizó tras veinte minutos de azote. 

El reloj marca las 21.05 cuando Asma sale al escenario. Con una propuesta diferente a las anteriores bandas, el grupo formado a fines de 2020 tomó lugar su lugar en el recinto con su estilo Death/Black, tocando material de su disco Madre de la Oscuridad. Una calidad excelente, logrando un buen ambiente con la gente. Un sonido muy pesado ante un público expectante y ávido de buen metal, completando de manera perfecta el tridente de bandas soporte, dejando el nivel en alto y al público listo para el show principal. 

El telón vuelve a abrirse a las 22.05 y Acutor hizo su aparición. Comienza a sonar en su entereza su álbum Dios ha muerto. La valla se sacude. Alguna persona de prevención se reparte entre la gente para sostenerla. No somos más de setenta, ochenta personas, pero dichosos sean aquellos que saben disfrutar de una banda de culto, en un show donde lo dejan todo para el goce de sus oyentes. Poseídos, alzan los puños al aire, gritan y golpean. Zarandean el vallado, moshean, y no se detienen un segundo. Acutor azota con un sonido parejo y prolijo, sin inconvenientes técnicos, arengando a sus fans. Una visión al pasado, a fines de los ’90, a ese sonido clásico del Thrash Metal, fieles a su estilo original donde la influencia de exponentes como Sodom (de quienes hicieron un cover, Remember the Fallen) puede verse claramente en el estilo. Dios ha muerto, y Acutor lo ha asesinado. 

Cronista/PH: Facundo Rodriguez

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