Con motivo de la presentación de su nuevo disco, «Rev-Raptor», el petizo, Udo Dirkschneider, y su ejercito se presentaron el 6 de mayo en El Teatro de Colegiales ante una multitud ansiosa de buen heavy metal e historia.

Las puertas de ese infierno se abrieron con una hora de retraso y minutos despues salía a escena la banda de zona norte Eternal, con Omar «BuBBa» Fernandez en voz y bajo, Federico Mazzanti en guitarras, y Pablo Lacovone en batería. Lo suyo es un heavy metal con voz rasposa, ideal para los que preferimos las voces no muy agudas ni muy afinadas, detalle que no les impidió versionar «Two Minutes To Midnight», de la doncella. Primera vez que escucho a esta banda y la impresión fue muy buena.

Falcon es un portal a los años ochenta, una banda de Heavy metal con todo lo necesario: chupines, actitudes y sonidos bien tradicionales, ochentosos, y una guitarrista que está muy buena. La banda está conformada por Eugenio «Uki» Mosa en la voz, Hernan Chavez y Magui García Solla en las guitarras, Juan Pablo Cerezales en el bajo, y Federico Joandet en la batería. En un show que improvisadamente se extendió en un par de temas (seguramente para reacomodar el cronograma y tapar el hueco que ocasionó la baja de Dhak en la fecha), y con dos covers de Judas Priest incluidos, esta banda nos enseña que el buen y más tradicional heavy metal nunca muere. Una banda en constante crecimiento, que de a poco va sacando filo y que ya empieza a cortar.

La noche tuvo representante de Perú y del thrash metal más extremo de la mano de Necropsya, quienes con más de 20 años de trayectoria y 3 discos en el mercado tuvieron una merecida gira junto a Udo, la que los llevo, además de a la Argentina, a Chile y a su país natal. Necropsya son: Gustavo Bermudez en voz y guitarra, Cesar Moran en el bajo, Walter Costa en la otra guitarra, y Paul Pino en la batería. Al principio el público se mostró tímido a la propuesta, pero rápidamente la banda se ganó una gran cantidad de adeptos; ellos se mostraron muy agradecidos.

Los siguientes cuarenta minutos (¿o quizá fueron días, meses, años?) fueron interminables. El Teatro comenzaba a colmarse de gente. Mucha ansiedad. Mucha, mucha impaciencia. Mucha prueba de luces y poca de sonidos; era razonable pensar que si salían así no iban a sonar muy bien, y así sería durante los primeros temas.

Pero nada importó cuando el telón se abrió. La niebla invadía el campo de batalla y las siluetas comenzaron a aparecer. Allí estaba el legendario Udo, con su corazón de metal y su supuesto metro con sesenta y ocho centimetros de altura (siempre parecen menos), acompañado del tambien legendario Stefan Kaufmann (ex compañero suyo en Accept, aunque por aquel entonces tocaba la batería) y el carismático y talentoso Igor Gianola, ambos a cargo de las guitarras; allí estaban tambien Fitty Wienhold y Francesco Jovino en el bajo y la batería, respectivamente. Allí estaba la banda U.D.O., que lleva más de 23 años arriba del escenario y que ,luego de un par de dolorosos amagues unos años atras, se presenta por primera vez en la Argentina (tanto Udo como Kauffman ya pisaron suelo argentina en su gira junto a Accept en 1993).

Allí estaba tambien la explosiva algarabía de la gente, la que casi nunca dejó de corear, saltar, y robarle sonrisas a los músicos.

Arrancaron con el tema «The Boogeyman», del disco «Dominator», en donde el excesivo acople, la saturación y la ausencia del micrófono opacaron la embestida inicial de la banda; pero los problemas principales se solucionaron y ya para el cierre del segundo tema, «Dominator», de la misma placa que el tema anterior, pudo disfrutarse del show mas decentemente. De todos modos vale resaltar que los problemas del microfono y de sonido en general, aunque de menor gravedad, fueron una constante a lo largo de buena parte del show.

Siguieron con «Independece Day», del disco «Solid», y con «The Bullet and The Bomb», de «Thunderball». Para este entonces los muchachos ya estaban super contentos y afianzados arriba del escenario, desplegando sus coreografías y luciendose cada uno en lo suyo. Este es un detalle a destacar en el amigo Udo, que al momento de los solos, y en varios más, se recluía en un rincón alejado del escenario para darle protagonismo al resto de sus colegas, quienes se lucian enormemente.

Los clásicos «Restless and Wild» y «Son Of A Bitch», de su ex banda Accept, fueron los siguientes, ¡Que manera de gritar la de la gente!

Otros puntos a destacar fueron que Udo siempre utilizó el castellano para dirigirse al público, un castellano bastante básico pero castellano al fín (se aprecia el gesto), y la cantidad de veces que entre tema y tema, o que dentro de los propios temas, los músicos, muy divertidos, hacian pausas para interactuar y dejar corear a la gente, la que se enganchaba a la arenga como nunca antes.

Después de «Thunderball» y «Vendetta», fueron todos clásicos, los que todos esperabamos, la mayoría de Accept. «Princess Of The Dawn», «Midnight Mover», «Man And Machine», «Breaker», «Animal House» y «Metal Heart», momento luego del cual se tomaron un pequeño descanso, ese que siempre nos anuncia que el show está por terminar, y, aliento del público de por medio, vuelven a aparecer en escena para descargarnos los tema «Holy» y el super clásico «Balls To The Wall». Se despiden como corresponde y yo me lamento, más allá de estar super conforme con el setlist y la actuación de la banda, de que no hayan tocado dos de mis temas favoritos: «I’m rebel» y «Burning», de Accept. Tenía ganas de mucho más y el público tambien, por lo que nunca dejó de alentar con sus típicos cánticos futboleros.

Y nuestras plegarias fueron escuchadas. «¿Uno más?» nos pregunta Udo desde su micrófono inalámbrico y tenemos a los monstruos de pantalones de combate nuevamente en escena, cumpliendo parcialmente mis deseos con el tema «I’m Rebel». Mucho pogo, mucho coro, mucha emoción, pero el tema finaliza y la gente sigue alentando. «¡Uno más!», ¡y entonces tocan «Burning»!
Listo, ya puedo irme a mi casa a escuchar Rev-Raptor a todo volúmen… ya puedo morir tranquilo…

«¡¿Uno más!?», y entonces, luego de la ensordecedora respuesta positiva del público, nos descargan «Fast As A Shark» para, esta vez sí, despedirse definitivamente.

Un show enorme, en el que si bien el sonido no fué el mejor, nos fuimos todos conformes, tanto el público como la banda. Mejor setlist no podían hacer, tanto por su contenido de temas como por su extensión. Curiosamente, no hicieron ningún tema de su nuevo disco.

¡Gracias U.D.O. por tanta emoción!

Setlist:
The Bogeyman
Dominator
Independence Day
The Bullet and the Bomb
Restless and Wild (Accept)
Son of a Bitch (Accept)
Thunderball
Vendetta
Princess of the Dawn (Accept)
Midnight Mover (Accept)
Man and Machine
Breaker (Accept)
Animal House
Metal Heart (Accept)
Holy
Balls to the Wall (Accept)
I’m a Rebel (Accept)
Burning (Accept)
Fast as a Shark (Accept)