Luego de la amarga noche del domingo, el día miercoles, 30 de marzo, nos pudimos dar el gusto de ver a Forbidden, ¡y qué gusto!, recordemos que en el transcurso de la fecha del día domingo 27, se nos anunciaba que por problemas ajenos a la banda la misma no se presentaría ese día, sino el miercoles inmediato siguientes. Y esta vez cumplieron.
Las puertas de The Roxy Live se abrieron pasadas las 19 hs y la primer banda en salir fué Dark Warrior, luciendose para un público que no superaba a las 20 personas, como mucho, 3 o 4 en la valla y el resto comprando cds o apreciandolos timidamente desde el rincón más oscuro y alejado del escenario. Una lástima porque la banda merece mucha más atención que la recibida. Integrada por Ivan Dark warrior en la voz y guitarra rítmica, Adrian Scoppettone en la guitarra lider, Carlos Ortiz en el bajo y Matías Cardozo en la batería. De no ser que uno los sabe argentinos, tranquilamente se los podría confundir con una banda de la vieja escuela alemana de thrash metal. Pura energía.
Los próximos en salir al escenario fueron los muchachos de Serpentor. Con Guillero Romero en las voces, Pablo Lescano en el bajo, los Jorge, Moreno y Alcaraz, en las guitarras y Alejandro Padín en la batería, nos dieron el show demoledor al que nos tienen acostumbrados. Sin lograr la convocatoria del domingo, pero con un público fiel que siempre les hace el aguante.
Desgraciadamente, el sonido ensordecedor no ayudó a Dhak, con Marcelo Baigorria en la voz, Alejandro Roldán en la guitarra, Sergio Nieves en el bajo, y Pablo Almirón en la batería; pero estos supervivientes de la escena se mostraron de muy buen humor y se los vió disfrutando, contagiandonos a los demás. En lo personal, fué un gusto verlos despues de tanto tiempo.
El plato principal se acercaba y, como es costumbre en este tipo de shows, buena parte de la gente ingresa al lugar una vez acabados los aperitivos. Luego de una prueba de sonido que pareció interminable, el telón se abre y los legendarios de la Bay Area, Forbidden, se muestran en el escenario.
El show arrancó, para quien temía la ausencia de clásicos, de la mejor manera, con «March Into Fire» seguido de «Step by Step». Siguieron mas clásicos (entre ellos «Forbidden Evil» y «Off The Edge»), algunos temas nuevos (entre ellos «Omega wave» y «Forsaken At The Gates») y Cerraron como abrieron, de la mejor manera, con «Through Eyes Of Glass» y «Chalice Of Blood».
La banda, pisando por primera vez suelo argentino, y pronta a los 25 años de carrera (aunque con alrededor de diez años de inactividad), con Russ Anderson en voces, Craig Locicero y Steve Smith en guitarras, Matt Camacho en el bajo, y Mark Hernandez en la batería, fué recibida calidamente por los argentinos, quienes en esta ocasión (contrario a lo que pasó unos días atrás en Exciter) sí corearon, cantaron y pogueron como bien debe hacerlo el argentino. Recepción que es respondida con un show corto (apenas superó la hora y diez) pero contundente, y sin dejar de resaltar su agradecimiento por la respuesta del público. Sonrisas enormes se dibujaban en sus rostros, y en los nuestros también.
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